La Academia Americana de Cirugía Ortopédica ya sabe el
porqué del número tan elevado de mujeres que sufren de los pies: un estudio
llevado a cabo por esta institución revela que ocho de cada 10 mujeres
estadounidenses se quejan de que sus zapatos les causan molestias.
Para muchos expertos la causa de este dolor reside, en
buena parte de las ocasiones, en el tamaño de los zapatos (muchas féminas
llevan modelos que resultan pequeños para los pies, ya que se estrechan
demasiado en la punta) o en el tacón, más alto de lo que sería recomendable.
Según, Carlos San Martín, secretario de la Escuela de
Podología de la Universidad Complutense de Madrid, "las molestias que
sufren las mujeres en los pies sí guardan relación en muchas ocasiones con el
tacón alto. Un buen tacón debe tener como máximo tres centímetros y ha de ser ancho,
aunque el mejor de todos es el que posee esta altura, aunque con forma de
cuña".
Una modelo profesional relata cómo los tacones altos
acabaron destrozando sus pies: "Cuando tenía 20 años y desfilaba, llevaba
zapatos con más de cinco centímetros de tacón. La verdad es que los zapatos
estaban matándome. Siempre pensé que era normal tener los pies hinchados y
doloridos". Mary Mueller sometió a sus pies a una década de calvario.
Ahora, a sus 43 años, tiene que llevar un calzado especial para sus problemas:
dedos en martillo, además de padecer dolores muy frecuentes.
Los problemas de los zapatos con tacones de vértigo
van desde las molestias leves o severas en los pies, hinchazón, hasta problemas
en los huesos como son los juanetes, dedos en martillo, callos, durosidades e,
incluso, dolor de espalda.
Según los expertos, andar sobre tacones altos desplaza
el cuerpo hacia delante y obliga a los dedos y al antepié a soportar todo el
peso, provocando dolor y daño en estas extremidades.
"Los tacones altos y estrechos provocan
inestabilidad y pueden acabar afectando a la columna vertebral. Una de las
consecuencias más graves de este tipo de zapatos que, además suelen ser
estrechos en su parte delantera, son los daños en el hueso del talón. No
obstante, hay mujeres que saben mantener el equilibrio sobre estos zapatos y no
sufren tantos trastornos", insiste Carlos San Martín.
La importancia del pie
Los pies, la parte anatómica y dinámica de nuestro
organismo, que desde hace millones de años permite que el hombre pueda
mantenerse erguido durante toda su vida, se desplace, corra, baile, y salte, es
también, la más olvidada y descuidada por la mayoría de los habitantes del
planeta.
Hasta un 80% de los españoles, según los
especialistas, padece algún trastorno leve en sus pies: callosidades, callos,
durezas, uñas encarnadas y procesos inflamatorios.
Veintiséis huesos, 33 articulaciones, 19 músculos, numerosos vasos sanguíneos y nervios y más de 100 tendones son los elementos que permiten a los pies realizar sus seis movimientos fundamentales: flexión, extensión, aducción, abducción, pronación y supinación. Pero la cualidad que más sorprende de esta estructura tan dinámica es su capacidad para adaptarse cómodamente a todos los terrenos que pisa. Y esta facultad se debe, posiblemente, a las complejas interacciones bioquímicas que se producen entre las distintas articulaciones y los músculos que enlazan el pie y la pierna.
El calzado permite que esta adaptabilidad de los pies
se incremente, aunque también ha supuesto un aumento o exacerbación de los
problemas que sufren los pies: rozaduras, hinchazón, ampollas, callosidades e
infección por hongos. "El pie es una obra maestra, concebida para andar
sin calzado y sobre cualquier terreno, pero también es el órgano que peor
tratamos", concluye el secretario de la Escuela de Podología.
Dr. Christian Noé
Anaya Ramírez.
Dr. Gerardo Axel Hernandez Gonzalez
Medico Easycard
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